Mi Experiencia en un Retiro de Meditación Vipassana – Consejos

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  • Última modificación de la entrada:28/11/2023

Tardé bastante en poder escribir este post para contar mi experiencia en el retiro de meditación Vipassana que hice en las montañas de Tailandia porque tenía que terminar de procesar todo y cómo lo quería transmitir.

En este post te voy a dar información sobre el curso de meditación Vipassana, cómo elegir el Centro de Meditación, consejos prácticos, cómo fue mi experiencia en este retiro espiritual y lo que no me gustó (que fueron varias cosas).

Este retiro en realidad es un curso de meditación en donde te enseñan la técnica Vipassana.

Vipassana es una de las técnicas de meditación más antiguas de la India, redescubierta por Gotama Buda hace más de 2.500 años (aunque la práctica de esta meditación no se limita solo a las personas con tradición budista sino que cualquiera lo puede hacer)

Vipassana se basa en la auto-observación. En observar las sensaciones que experimenta el cuerpo y entender que todas las sensaciones tienen un comienzo y un final, son impermanentes. Sólo las tenemos que observar y mantenernos ecuánimes a ellas, sin ningún tipo de reacción. 

En teoría, cuando hacés esto, te vas liberando del apego y la aversión que fuiste acumulando a lo largo del tiempo y que son los causantes de tus miserias.

Es una técnica para purificar la mente y erradicar el sufrimiento.

Durante todo el curso Vipassana vas a escuchar grabaciones y vas a ver videos de S. N. Goenka, el maestro (ya fallecido) que fundó la red internacional de centros de enseñanza.

Mi amiga lo describió de la mejor manera: es como irte de vacaciones 10 días sola vos y tu mente. ¿Te podrías dar el lujo de hacer algo así?

¿En qué consiste un Retiro de Meditación Vipassana?

El retiro Vipassana consiste en recluirte 10 días en un centro de meditación (más el día que llegás y el día que te vas, así que son 12 días en total).

  • También es un Retiro de Silencio ya que tenés que cumplir la regla del silencio noble: no podés hablar con nadie (ni siquiera en los recreos)
  • No podés tener contacto visual ni físico con los otros estudiantes
  • No tenés conexión con el mundo exterior (tenés que dejar tu teléfono, laptop, etc)
  • Tampoco podés llevar libros para leer, ni cuadernos para escribir. Nada que te distraiga.
  • Hay que meditar 10 horas por día, desde las 4:30 AM hasta las 9:00 PM
  • La comida es vegetariana
  • Básicamente lo único que hacés durante esos 10 u 11 días es: meditar, comer y dormir. Y claro, por supuesto…PENSAR. Jamás en mi vida había pensado tanto como en este curso. Teníamos tanto tiempo para pensar, y era imposible concentrarse las 10 horas en la meditación por lo que mi mente se iba a cualquier lado, y para el día tres sentía que había agotado todos mis pensamientos.
  • Durante esos 10 días no podés hacer ejercicio más que caminar por el predio donde está el centro en las zonas designadas (mujeres y hombres siempre están separados durante todo el curso).
  • Tampoco podés usar técnicas de meditación diferentes a la que te enseñan ellos, por ejemplo no podés usar la verbalización en tu meditación (repetir un mantra en tu mente) ni la visualización.
  • Tenés que estar sentado en posición de meditación por 10 horas por día por lo que fisicamente también es un desafío grande.
  • El curso de meditación Vipassana, la comida, bebida, el alojamiento y la enseñanza de la técnica es gratis y al final podés dejar una donación.
  • No hay cena sino que la última comida es a las 5 de la tarde y es una “merienda” con snacks y frutas.
  • Hay que cumplir con los 5 preceptos:
  1. Abstenerse de matar a cualquier criatura (rezá para que no haya mosquitos, arañas, u otros insectos en tu habitación)
  2. Abstenerse de robar
  3. Abstenerse de toda actividad sexual
  4. Abstenerse de mentir
  5. Abstenerse de todo tipo de intoxicantes – de hecho me enviaron un mail cuando me inscribí para que acepte dejar el alcohol y cualquier tipo de droga 1 mes antes de tomar el curso.
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¿Cómo acepté voluntariamente pasar 10 días en silencio desconectada meditando en las montañas de Tailandia?

La primera vez que escuché de este retiro fue en 2017. Me acuerdo que pensé…quién estaría tan demente como para encerrarse 10 días sin poder hablar con nadie meditando 10 horas por día.

Esa linea de pensamiento siguió por los próximos años cada vez que alguien me contaba que había participado en el curso de meditación Vipassana y que le había cambiado la vida.

Hasta este año.

Al principio de mi viaje estuve en Nepal y el lugar en el que estaba y las personas que conocí en el viaje me inspiraron a empezar a meditar. Yo quería hacerlo hace mucho pero la verdad nunca me daba el tiempo, y siempre terminaba en el móvil, o viendo Netflix. Pero en Nepal todo cambió.

En Pokhara, mi AirBnb no tenía cortinas oscuras, por lo que siempre me despertaba a las 5 AM con el amanecer y el cantar de los pájaros. Me despertaba naturalmente y sorprendentemente no estaba cansada. Ahí empecé a meditar con una App todos los días, y me empecé a hacer adicta a esta rutina.

Unos meses después me encontraba en Ladakh, India, y una amiga que estaba conmigo me dijo que se iba a inscribir en un retiro Vipassana. Lo primero que le dije fue…”Estás loca. No hay chances que haga algo así. No lo soportaría…” ¿O sí?

Una vocecita se empezó a meter en mi cabeza.. “claro que podés hacerlo, y claro que lo soportarías, además empezaste a meditar este año así que esto sería perfecto para seguir en ese flow”

Cada día lo pensaba un poquito más y un día dije con todo el orgullo y la seguridad: ¡Yo también lo voy a hacer!

Empecé a investigar los Centros de Meditación. 

Hay una página web oficial de la organización (Dhamma) en donde podés ver todas las ubicaciones alrededor del mundo en donde ofrecen el curso.

Como yo estaba en India, busqué ahí, pero todos los centros que tenían disponibilidad (en los mejores centros, los cupos se acaban rápido), quedaban en lugares en donde hacía muchísimo calor en esa época y yo pensaba…meditar 10 horas por día y encima transpirando del calor…no gracias.

Así que se me ocurrió buscar en Tailandia, porque sabía que iba a ir ahí después de India, y terminé en el mejor centro de meditación Vipassana que podría haber encontrado. Más adelante te cuento por qué.

Ahora… ¿Cómo elegir el Centro de meditación para tu curso Vipassana?

Cosas a tener en cuenta al elegir tu Centro para el Curso de Meditación Vipassana

Yo pensaba…voy a estar 10 días desafiando mi cuerpo y mi mente, quiero estar lo más cómoda posible. Así que estas fueron las cosas que tuve en cuenta al buscar mi centro de meditación Vipassana

¿Habitaciones privadas o compartidas?

Esto era el punto número uno para mí. 

Sí o sí quería una habitación privada, por lo que me aseguré que los centros que me interesaban ofrezcan habitación privada con baño privado. 

Es que no me puedo imaginar como sería tener que compartir habitación con otras personas en algo tan personal, tan íntimo, tan privado como es estar de vacaciones solo con tu mente. Además compartir habitación me desconcentraría un montón. 

Te recomiendo altamente asegurarte que tu centro tiene habitaciones privadas.

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Esta era mi habitación

Clima

El clima tenía que ser aceptable. Como estaba en Asia, mi objetivo era que no haga mucho calor, porque no podría imaginarme concentrarme en la meditación mientras las gotas de sudor te caen por la espalda. 

El centro que elegí tenía el clima perfecto. No hacía ni frío ni calor, y además, como estaba en la jungla, llovía todo el tiempo lo cual hacía que el ambiente sea incluso más lindo para meditar.

Dhamma Kancana, el centro que elegí para mi retiro de meditación Vipassana

Comida

Cuando todos los días son iguales y monótonos, vas a ver cómo la comida va a pasar a ser la parte más emocionante de tu día. 

Yo quería que la comida sea rica y variada. Mis cocinas preferidas son la italiana, la india y la tailandesa, así que sabía que si hacía el retiro en Tailandia, no me iba a decepcionar. 

Y efectivamente. La comida era riquísima y todos los días variaba, había muchas opciones para elegir. Un 10. 

El desayuno y el almuerzo eran los momentos más felices de mi día.

Un amigo que hizo el Vipassana en India me contó que a ellos siempre le daban sopa de lentejas con un pedazo de pan y que no cambió en los 10 días.

¿Es fácil llegar?

En India había un montón de Centros Vipassana en medio de la nada, para los que no era tan fácil o cómodo llegar.

El Centro Dhamma Kancana, en donde hice mi retiro, organizaba el transporte desde Bangkok, por lo que fue super fácil y sin estrés.

Nos juntamos en un punto de la ciudad a las 9 de la mañana el primer día y nos llevaron en 2 buses hasta el lugar del retiro. Lo mismo para la vuelta. Espectacular.

curso meditación vipassana
En el bus camino a Dhamma Kancana

Idioma: Otro punto fundamental

Asegúrate que en el Centro que elijas hablen tu idioma, ya sea inglés o español.

En mi curso hablaban inglés y tailandés. Pero un amigo que lo hizo en India por ejemplo, me contó que él era el único western de todo el curso y que nadie hablaba inglés, ni siquiera los profesores ni los organizadores – a pesar que el curso se promocionaba como que era en inglés y en hindi.

Para evitar llevarte sorpresas, recomiendo leer las reviews de google, ver si todas las reseñas son de personas locales o si también hay reseñas de extranjeros, y si dicen algo del idioma. Los cursos impartidos en países hispanohablantes por lo general son en inglés y español.

Si hablás otro idioma podés pedir un aparato que te traduce a tu idioma.

¿Tenés la opción de meditar en tu habitación?

A nosotros nos daban la opción de meditar en la habitación en la madrugada (de 4:30 a 6:30), y luego del almuerzo (de 13:00 a 14:30).

También a veces durante la mañana o la tarde nos daban esa opción (o meditabas en el hall principal con todos, o en tu habitación) y eso para mi fue muy valioso porque a las mañanas cuando estaba mitad dormida por levantarme tan temprano, meditaba en pijamas en mi habitación (teníamos un set de almohadones para meditación en la habitación también).

Pero sé de gente que solo podía meditar en el hall principal y en unas celdas de meditación que se les asigna.

Para mi meditar en mi habitación fue fundamental porque a veces me cansaba de estar siempre en el mismo lugar en el Hall principal y necesitaba un cambio de aires, además al estar en tu habitación podés hacer unas mini siestitas entre meditaciones.

¿Podés irte antes que termine el curso?

Este punto no fue muy importante para mi porque desde que elegí hacer el curso tenía la determinación que me iba a quedar los 10 (o más bien 12) días sea como sea, sufra lo que sufra. No iba a abandonar. Me conozco.

Pero no todos piensan lo mismo o tienen tanta determinación por lo que es importante averiguar de antemano si es posible irse del curso antes que finalice.

En mi curso se fueron 3 mujeres y 5 hombres entre los días 3 y 5. Pero sé por otra gente que hizo el curso de Vipassana en otros lugares, que no los dejaban irse.

Lo que te dicen es: “te estás sometiendo a una cirugía de la mente, te irías en el medio de una cirugía de cerebro antes que termine, desangrándote entera? No, bueno esto es lo mismo”

Mi consejo: investigá, lee reseñas, buscá blogs de personas que estuvieron en ese centro (en inglés capaz que tenés más chances de encontrar contenido en google).

Te juro que tu experiencia va a cambiar un montón dependiendo del lugar en donde estés.

Mi amiga me mostró el video de su habitación y su baño en India y realmente parecía una carcel. Yo no hubiera aguantado ni un día en esas condiciones. Las instalaciones estaban bastante sucias y viejas. 

Mi habitación en el Centro Dhamma Kancana era mejor que cualquier habitación de hotel en donde me quedé en este viaje, y estaba todo impecablemente limpio. Esto me ayudó un montón a transitar los días difíciles. Estar en un entorno lindo, en medio de la jungla.

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Mi habitación estaba dentro de esa casita
El baño

Cronograma del Retiro de meditación Vipassana

Todos los cursos no importa donde lo hagas, tienen el mismo cronograma. Esto es lo que te espera si planeas tomar el curso Vipassana.

4:00 a.m.Llamada
4:30-6:30 a.m.Meditación en la sala o en la habitación
6:30-8:00 a.m.Desayuno y descanso
8:00-9:00 a.m.Meditación en grupo en la sala
9:00-11:00 a.m.Meditación en la sala o en la habitación según las instrucciones del profesor
11:00-12:00 a.m.Comida
12 a.m.-1:00 p.m.Descanso y entrevistas con el profesor
1:00-2:30 p.m.Meditación en la sala o en la habitación
2:30-3:30 p.m.Meditación en grupo en la sala
3:30-5:00 p.m.Meditación en la sala o en la habitación según las instrucciones del profesor
5:00-6:00 p.m.Merienda y descanso
6:00-7:00 p.m.Meditación en grupo en la sala
7:00-8:15 p.m.Charla del maestro en la sala
8:15-9:00 p.m.Meditación en grupo en la sala
9:00-9:30 p.m.Preguntas en la Sala
9:30 p.m.Acostarse. Se apagan las luces

Consejos para tu Retiro de meditación Vipassana de 10 días

¡Investigá!

Como te dije antes, elegí el Centro con mucho cuidado y con mucho criterio

Andá sin expectativas.

Quizá escuchaste de gente que tuvo experiencias maravillosas durante el curso, que sintió sensaciones en el cuerpo fuera de este mundo, o que vieron su propia muerte, que el curso les cambió la vida.

Tenés que saber que cada persona tiene una experiencia absolutamente diferente y que no significa que a vos te va a pasar lo mismo.

Si vas sin expectativas evitás estar “esperando ese momento mágico” que quizá no va a llegar nunca, y si no experimentas eso tampoco significa que fracasaste y que nada valió la pena.

Trata de observar lo que te pasa y lo que no te pasa, sin esperar nada.

Practicar Yoga meses antes del retiro Vipassana

Te va a ayudar a mantener la postura sin tener tanto dolor corporal. Acordate que vas a estar sentado/a 11 horas por día y las piernas, la espalda, las rodillas y el cuerpo duelen.

No seas glotón/a

Los almuerzos y los desayunos son tipo buffet, por lo que podés comer todo lo que quieras. Para mi esto es un peligro porque no tengo límite.

Sin embargo, es recomendable comer hasta que estés 75% lleno para poder meditar mejor. Nadie puede concentrarse en la meditación con dolor de estómago.

Caminá en los recreos

Esto cambió un montón mi experiencia.

Al principio, en los recreos cortos de 15 minutos entre sesiones de meditación, me quedaba afuera del hall principal, esperando.

Pero después me avivé y empecé a caminar a mi habitación que quedaba en otra zona, mas baja, por lo que después tenía que subir varias escaleras para volver al hall principal y eso hizo que camine mucho más, me sienta mas activa, cambie de ambiente, y fue excelente para mi salud mental.

Si no querés volver a tu habitación, caminá por los lugares asignados.

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Podés moverte y cambiar de posición

Antes de tomar el curso de meditación Vipassana, creía que tenía que estar literalmente las 10 horas sentada sin poder moverme, pero no…no es tan así.

Los primeros días podés cambiar de posición cuando te canses, sin problema, sin drama.

El día 4 nos enseñan la técnica Vipassana y nos piden que estemos sin cambiar de posición (es decir, sin mover las piernas, sin mover las manos y sin abrir los ojos) una hora tres veces por día. No es tan malo como yo creía, una hora es bastante soportable, y es a la mañana, después del almuerzo y a la tarde. El resto del tiempo, podés moverte si te cansás o si te duele algo.

Hay cojines de todas las formas y tamaños para que uses.

Yo por lo general me ponía dos cojines pequeños abajo de las rodillas, y me sentaba sobre dos almohadones. Con esto casi no tuve dolor de piernas en todo el retiro, pero si me costaba horrores mantener la espalda derecha.

Trae un reloj

Esto va a servir mucho a tu salud mental.

Yo preferí un reloj pulsera, porque lo podía tener mientras estaba en el hall principal y siempre sabía cuánto faltaba para que termine la sesión.

Sobre todo en las sesiones eternas de 2 horas, para mí era super importante ver la hora. A veces creía que faltaban 5 minutos y veía la hora y PUM faltaban 40 minutos.

Puede ser un poco desmotivador si, pero sin saber la hora me hubiera vuelto loca.

Además es importante saber la hora en los recreos para saber cuánto tiempo tenés para dormir antes que empiece la próxima sesión.

Un reloj de mesa también puede funcionar aunque creo que no es posible llevarlo al hall principal.

En cuanto a los relojes inteligentes (smart watch) yo no tuve problema con el mío durante el retiro Vipassana. Me dejaron quedármelo, pero sé que en otros centros no te dejan, porque es digital y no mecánico.

Llevá una crema para la cara y el cuerpo

Este tip me lo dio una amiga y me pareció genial.

Llevá algo de cuidado personal así cuando volvés a tu habitación a la noche, tenés un momento para vos, te ponés la crema, te hacés unos masajes y te vas a dormir.

Tema Ropa

Toda la ropa que uses durante tu retiro de meditación Vipassana tiene que ser ropa suelta, que te cubra los hombros y las rodillas y que no sea transparente claramente.

Te recomiendo llevar un shawl o pashmina también para meditar. Muchas chicas tenían esas túnicas tipo camisola blancas y eran buenísimas para la ocasión.

En cuanto al calzado, al menos en Asia, solo necesitás chanclas u ojotas. Nada más.

Llevá una botella de agua

Super importante mantenerse hidratado y tener la botella siempre con vos (aunque no se la puede ingresar al hall de meditación)

Llevá repelente para los mosquitos

Yo recibí este consejo de todo el mundo, pero afortunadamente no lo necesité porque mi Centro estaba totalmente sellado con mosquiteros, hasta la abertura más pequeña tenía red para mosquitos, por lo que no sentí ningún mosquito en toda mi estadía.

Tratá de no pensar en cuántos días faltan, sobre todo al principio.

Esto es algo que yo hacía todos los días, contaba cuántos días faltaban y al principio era super desmotivante. Los días eran eternos y bastante monótonos. Como te dije, lo único que cambiaba es la comida. 

Ya sé que es mas fácil decirlo que hacerlo, pero creo que lo mejor es no pensar y simplemente vivir el día a día.

No te desmotives si hay días en que te cuesta concentrarte en la meditación

A mi me pasó mucho esto sobre todo los primeros 2 días, meditaba por medio minuto y mi mente se iba a cualquier lado por los próximos 20 minutos, hasta que me acordaba que tenía que volver a concentrarme en la meditación, otro medio minuto y después ya estaba de vuelta en un mar de pensamientos. 

Esto es super normal y no te tenés que juzgar por eso, simplemente observalo y cuando te des cuenta que te fuiste, volvé a la meditación y así sucesivamente.

Avisá a tu familia y amigos que vas a estar desconectado/a por 12 días

No te olvides de este pequeño detalle, a menos que quieras ser famoso/a en las redes como “desaparecido/a”

Haz preguntas

Hay dos momentos en el día que podés hacer preguntas a los profesores (si, ahí podés hablar). No te quedes con las dudas, podés preguntar lo que sea que te esté inquietando.

Sólo participa del curso cuando realmente lo sientas.

No escuches a nadie que te diga: “hazlo”.

Esto es algo tan fuerte, tan difícil, tan desafiante que es una decisión que tiene que venir directamente de tu interior, nadie más tiene que estar seguro que hacerlo más que vos mismo/a.

Así que una vez que sientas que el llamado viene desde el fondo de tu corazón y no porque viste a los demás hacerlo, recién ahí hazlo, si no no vas a aguantar, si no tenés una buena razón o intención para tomar el curso, no lo vas a aprovechar de la mejor manera.

El comedor - esta foto la saqué cuando nos devolvieron los teléfonos el último día

Mi experiencia en el Retiro de Meditación Vipassana

Bueno, habiendo dado toda la introducción, la información y consejos para el curso Vipassana, ahora te voy a contar mi experiencia durante este retiro de silencio y meditación y más adelante te voy a contar mis críticas y lo que no me gustó.

Día 0

El día 0 fue el día que llegamos al lugar. Mi centro de meditación organizaba el transporte, así que me levanté temprano para poder llegar al punto de encuentro a tiempo porque el tráfico en Bangkok es imposible.

A las 9 de la mañana el bus partió hacia Dhamma Kancana, en la región de Kanchanaburi en Tailandia. Tardamos mas o menos 7 horas en llegar desde Bangkok, a pesar que son solo 300 km.

En el camino conocí a algunas de las chicas que participaban del curso. El 70% de los participantes éramos extranjeros, mientras que el otro 30% aproximadamente eran tailandeses.

Todos super buena onda. Estábamos todos en la misma, cada vez que alguien preguntaba “como te sentís” , la respuesta era la misma: aterrorizada, pero a la vez entusiasmada.

Yo me sentía así. Tal cual.

El lugar donde estaba ubicado el centro era simplemente mágico: inmerso en la jungla, abrazado por los árboles, el canto de los pájaros, las cigarras, y todo tipo de insectos. Había diferentes tipos de árboles, plantas, palmeras. “Este es el lugar perfecto para meditar” pensé. Además, llovío el 90% del tiempo, lo que lo hacía más meditable je.

Cuando me asignaron mi habitación quedé fascinada. Era una habitación hermosa, nueva, con paredes blancas, minimalista, con vista a la jungla, baño privado, impecablemente limpia, un lujo.

Cuando vi todo eso me relajé, el miedo se fue y me entusiasmé.

Nos quedábamos en casitas que quedaban en la jungla, cada casita tenía 4 habitaciones individuales. Un lujo realmente.

Luego de instalarnos, nos hicieron entregar el móvil, laptop, cuadernos, libros, cámaras, cualquier cosa que sea una distracción. Yo entregué todo. Al teléfono lo guardan en unos casilleros especiales que se cierran con llave, y al resto de las cosas en unos lockers.

Así que ya no tenía ninguna distracción, éramos solo mi mente y yo por los próximos 10 días.

Nos sirvieron la cena, un Pad Thai. Luego tuvimos una charla con las organizadoras (que son ex alumnas voluntarias) que nos explicaron cómo funcionaba todo, porque pronto íbamos a tener que empezar el voto de silencio y ya no íbamos a poder hacer preguntas (a menos que sea algo urgente claro). 

 A las 7 PM fuimos a escuchar la primera charla de Goenka, en donde nos dio la bienvenida y nos explicó cómo iban a ser los siguientes días. También nos enseñaron la técnica de meditación Anapana que ibamos a usar.

Los discursos de Goenka se transmiten todas las noches a las 7 en forma de video. El video es de pésima calidad porque es una grabación vieja, de más de 30 años según tengo entendido.

A las nueve de la noche volví a mi habitación para dormir. Que ilusa si creía que me iba a dormir a esa hora.

No sé a qué hora terminé durmiéndome, pero fue super tarde, y las campanas sonaron a las cuatro de la mañana.

Día 1 a 4

El día 1 me desperté a duras penas, soñaba con seguir durmiendo. Además afuera llovía con toda. Por suerte nos daban la opción de meditar en nuestra habitación o en el hall principal, y obviamente elegí quedarme en mi habitación.

Me senté en el almohadón de meditación azul que había en mi habitación e intenté empezar a meditar.

Me era super difícil porque como había dormido poco y nada, estaba mitad despierta y mitad dormida. Y encima esa sesión era de 2 horas, una de las más largas del día.

La noche anterior nos habían enseñado la técnica de Anapana: nos teníamos que concentrar en el área de la nariz, las fosas nasales y los pasajes de la nariz. Cómo el aire entraba y salía y chocaba contra la zona arriba de la boca. Diez horas por día solo poniendo tu atención en esa zona.

Después de las dos horas que pasaron muy lentamente, era momento de desayunar. 

El desayuno era comida tailandesa, a veces nos daban arroz, noodles, curry, pad thai, frutas, sopa, un poco de todo. También había tostadas con mermelada o manteca y galletitas oreo, entre varias cosas más. Algo que me sorprendió muchísimo es que había café. Creía que iban a pedir que no tomemos café durante el retiro. 

El desayuno y el almuerzo eran bastante parecidos en términos de comida.

Luego del desayuno, teníamos unos 45 minutos para dormir, así que yo siempre volvía a mi habitación y me dormía un rato hasta que sonaba la campana de nuevo para ir al hall principal.

A las 8 teníamos nuestra primera meditación grupal, por suerte era solo de una hora. Pero luego de eso, después de un recreo de 15 minutos, teníamos meditación de 2 horas hasta la hora del almuerzo.

Cada estudiante tenía su lugar asignado en el hall principal, con su cojín.

También cada persona tenía su lugar asignado en el comedor, así que siempre comías en el mismo lugar.

Lo mismo con los paraguas, nos daban unos paraguas nuevos y limpios, y cada uno tenía el número de habitación por lo que siempre sabías cual era tu paraguas. En mi curso era fundamental tener paraguas porque llovió un montón.

El día 1 y 2 estuve super desconcentrada. Era imposible concentrarme 100% en meditar todo el tiempo.

Meditaba unos segundos y mi mente ya volaba a cualquier otro lugar y me quedaba ahí por un rato.

Por un lado me gustó tener tanto tiempo para pensar tanto pero por el otro me sentía culpable por no estar meditando como corresponde.

Y a la vez era imposible concentrarse en la meditación las 10 horas, y me preguntaba si mis compañeras lo estaban logrando y si yo era la única que divagaba por cualquier lugar.

Para el día 3 sentía que había agotado todos mis pensamientos, había pasado por cada episodio de mi vida desde que tengo uso de razón.

Había puesto punto final a algunas relaciones que habían quedado mitad abiertas, había pensado en un montón de oportunidades de negocio, entre muchas cosas más.

De alguna manera estaba contenta que se me habían “acabado los pensamientos” porque ahora sí iba a poder concentrarme en la meditación. El día 3 fue bastante bueno.

Nos decían que para ese entonces teníamos que empezar a sentir sensaciones en la zona de la nariz, y efectivamente yo sentía un montón de sensaciones. Como cuando te entra agua en la nariz cuando estás nadando, solo que en vez de que me entre agua, me entraba aire. Era super rara la sensación. Cada persona sentía cosas diferentes.

Los días 1, 3, 5 y 7 tuvimos un check in con la profesora. Ibamos en grupitos de a 6 y a mí me encantaban porque era durante el tiempo que teníamos que estar meditando, entonces la sesión se hacía mucho más corta.

La profesora nos hacía preguntas para ver cómo iba nuestro progreso y si estábamos pudiendo meditar efectivamente. También nos aclaraba dudas y yo siempre salía más motivada y quería seguir meditando y aplicando los consejos que nos había dado la profesora.

A las 7 de la tarde siempre teníamos el “Discurso” de Goenka, donde nos hablaba sobre la técnica, por qué era importante que la sigamos al pie de la letra, nos daba ejemplos, nos contaba historias, anécdotas, nos explicaba cosas, y todo el tiempo decía que no eran una secta ni una religión. A mí me hacía un poco de ruido que lo digan tanto, y para ser honesta, no me gustaban nada los discursos.

Más adelante te cuento las cosas que no me gustaron nada del retiro de meditación Vipassana de Goenka y con lo que no estoy de acuerdo.

Para el final del día 3 ya estaba medio cansada de esta técnica de concentrarme en la nariz. No tenía ni idea si íbamos a tener que hacer anapana por el resto de los días o si iba a cambiar. Por suerte cambió.

El cuarto día fue el peor para mí.

Después del almuerzo nos enseñaron la técnica de Vipassana.

Nos pidieron que nos mantengamos en la misma posición por toda la explicación que duró ¡2 horas!

Yo en un momento no daba más, me empezó a agarrar como un mini ataque de pánico, me dolía la espalda, el cuello, las piernas.

El día anterior la profesora me había llamado la atención porque no tenía la espalda derecha, así que ahora estaba haciendo un esfuerzo inhumano para mantener mi espalda derecha y eso hacía que tenga un montón de tensión en el cuello.

Me dolía todo.

Y Goenka explicaba la técnica: cómo teníamos que pasar la atención por cada parte de nuestro cuerpo hasta que sintamos sensaciones en ese lugar, y después movernos al siguiente lugar y así escanear todo el cuerpo.

Y hablaba tan despacio. Yo solo pensaba: ¡habla más rápido que me duele todo! Y cada última palabra de una frase, la repetía tres veces, eso me chocaba un montón, como si quisiera agregarle una especie de misterio a la meditación.

Yo solo quería que termine. Y empecé a pensar que todos los días iban a ser así y estuve a punto de largarme a llorar.

Hasta que se terminó la tortura. 

Terminó de nombrar cada parte del cuerpo y cómo nos teníamos que mantener ecuánime ante las sensaciones que sintamos. 

Es decir, teníamos que practicar “Anicca” la ley de impermanencia, entender que todo lo que aparecía, pasaba, y que no teníamos que reaccionar a esas sensaciones ni queriendo más de ellas ni repudiándolas. Y que así, practicando la ecuanimidad ante las sensaciones, íbamos a erradicar la miseria de nuestra vida, porque todos estábamos llenos de miseria.

En teoría la técnica que habíamos hecho los primeros 3 días nos afilaba la mente, ya que nos concentrábamos solo en un pequeño espacio, para ahora poder concentrarnos en las distintas partes del cuerpo y sentir las sensaciones.

Ese día fue terrible. Me dolía todo. Pero jamás pensé en abandonar.

Lo peor es que no podía dormir a la noche. No sé por qué pero ninguna de las once noches en las que estuve ahí pude dormir más de 2 o 3 horas. Por lo que a las nueve de la noche, cuando terminábamos la última meditación del día, por un lado estaba super feliz porque había sobrevivido otro día y era UN DÍA MENOS, pero a la vez me ponía mal porque me quedaba toda la noche. 

Como sabía que no me iba a poder dormir, me esperaba seguir pensando toda la noche hasta que en algún momento tipo dos de la mañana con suerte iba a poder conciliar el sueño.

Al finalizar el curso pregunté a las otras chicas si a ellas también les había pasado de no poder dormir. Y la mayoría me dijo que si. 

Hay 3 teorías de por qué no podíamos dormir:

  • Porque nuestra mente estaba demasiado afilada y era mas sensible a todo
  • Porque no necesitábamos dormir tanto porque no nos cansábamos durante el día
  • Esta es mi teoría favorita: por los espíritus y la energía que había en el lugar.

¿¿Qué??” estarás pensando. 

Resulta que una señora Thai que estaba haciendo el curso, escuchó que hablábamos sobre que no podíamos dormir y nos dijo que seguramente era por las almas que había en el lugar, porque esta ciudad es una ciudad muy antigua de Tailandia y hay mucha actividad paranormal.

Además después me contaron que durante la guerra civil de Myanmar, hubo muchísimos muertos birmanos y dejaron los cuerpos en esta zona.

De hecho el último día me enteré que un montón de chicas sintieron cosas: suspiros en el baño (donde no había nadie), una chica sintió una presencia en su cama.

A mí me pasó algo super tétrico: la puerta de mi habitación solo se trababa desde adentro, no tenían llave. Yo solo la trababa cuando me iba a dormir.

Un día, salí como siempre, sin tocar nada y me fui a meditar. Volví después de la última sesión a las 9 de la noche y cuando quiero abrir la puerta….

¡Estaba trabada!

Yo estaba totalmente desconcertada…

La puerta solo se traba desde adentro.

Estaba 100% segura que no había tocado la cerradura del lado de adentro, y no había ninguna explicación… a menos que alguien haya entrado a mi habitación y se haya encerrado adentro!

Fui a buscar a una de las voluntarias, que buscó la llave de mi habitación y fue a abrir la puerta.

Adentro no había nadie…

Al menos nadie que yo pueda ver.

En el momento me reí y pensé…quizá los espíritus me quieren echar porque no estoy siguiendo las reglas al pie de la letra.

Pero claro, cuando me enteré que realmente había espíritus ya no me lo tomé con tanta gracia. 

En fin, menos mal que me enteré de todo esto al final.

Día 5 a 10

Los días 5 y 6 fueron buenos para mí porque la meditación había cambiado entonces ya no me aburría tanto. 

Pasar la atención por cada parte del cuerpo era más entretenido que pensar solo en la parte de la nariz y ya tenia calculado que mas o menos cinco pasadas por todo el cuerpo me tomaban una hora.

Empecé a sentir sensaciones en el cuerpo el primer día que hicimos la técnica Vipassana.

El día anterior había visto una araña gigante, de las gruesas, cerca del hall principal.

Irónicamente, la sensación más fuerte que sentí fue como si una araña me caminara por el brazo. La sensación era tan real que tenía que abrir los ojos para asegurarme que no había nada. En teoría no hay que hacer eso, hay que mantenerse ecuánime, no reaccionar. Entender que la sensación va a pasar. Pero después de ver esa araña no podía.

Me costó unas cuantas sensaciones entender que era todo mi mente y que no había arañas, ni hormigas, ni insectos tratando de ingresar a mi oreja y caminando por mi cuerpo. 

Después de un tiempo, logré mantenerme ecuánime a estas sensaciones. Pero costó.

Los días iban pasando aunque se hacían eternos. La hora de la comida era mi momento de felicidad y en la merienda tenía mi momento de “comfort food” donde comía pan con manteca y unas cuantas galletas Oreo. Era como mi premio por haber sobrevivido un día mas.

La profe me dio un tip para mantenerme derecha y así me dejó de doler la espalda porque dejé de hacer tanto esfuerzo para mantenerme derecha.

Debo admitir que fuera del dolor de espalda que sufrí un par de días, no sufrí mucho dolor físico. Sólo se me durmieron las piernas en 2 ocasiones. 

Me sorprendí de mi misma porque en el retiro de yoga que hice en Nepal, no podía mantenerme más de 10 minutos en la misma posición. No entiendo por qué, pero estaba feliz de que al menos eso me estaba resultando “fácil” o más fácil de lo que me había imaginado”

Y así llegamos al día 9, en donde me enteré que el día 10 iba a ser distinto. 

El día 10 se rompía el voto de silencio, así que técnicamente el día 9 era el último día. Me puse tan feliz que ya no me importaba nada. Solo quería que pase el tiempo y que llegue el día 10.

Finalmente llegó… el voto de silencio se rompió a las 9 de la mañana. que felicidad. Aunque debo admitir que no tenía ganas de hablar con nadie. 

Tenía miedo que otras personas me cuenten sus experiencias y que hayan sentido cosas que yo no sentí. Además, me había gustado estar en silencio 10 días, lo había hasta disfrutado. Estar sola, conmigo misma. 

Iba a extrañar eso.

Nos devolvieron la billetera para poder hacer nuestra donación.

Realmente no te incitan a donar nada, vos lo hacés porque querés y dependiendo cuánto podés donar y cuánto creés que te ayudó el curso. 

Cada uno dona lo que quiere y puede. Si no donás nada tampoco te van a decir nada. Pero es importante hacer tu donación porque uno hace el curso gratis gracias a las donaciones de los antiguos alumnos.

En mi centro también teníamos la posibilidad de pagar con tarjeta de crédito. Te daban factura y todo. Estaba perfectamente organizado.

Ese día pedí una hoja y una lapicera y empecé a escribir TODO. No quería olvidarme de nada, y quería escribir ahora que tenía todo fresco. 

Todo lo que había sentido, las sensaciones que había experimentado, todo lo que había pensado y las ideas que se me habían ocurrido. Así que estuve escribiendo un montón en los tiempos libres.

El día fue pasando pero se hizo super fácil de llevar porque ya podíamos hablar.

El momento más esperado para mí fue el día siguiente cuando nos devolvían los teléfonos. Tenía mucha ansiedad por ese momento, solo quería confirmar que todo estaba bien, que nada catastrófico había pasado.

Siempre me pasa lo mismo cuando estoy sin conexión, siento que pasó lo peor, que le pasó a algo a mi familia o amigos y me pongo muy nerviosa o ansiosa con eso.

Pedí a una rusa que se sentaba al lado mío si me podía prestar internet, y logré conectarme. 

Por suerte, todo estaba bien. Una vez que chequeé eso, me desconecté y simplemente disfruté de charlar con las otras chicas, todas super buena onda, de hecho a algunas las seguí viendo en Bangkok y en Koh Phangan.

Habían sido 12 días durísimos, quizá fue lo más desafiante que hice en mi vida.

Hubo momentos muy aburridos. 

Pasaba por diferentes etapas durante el mismo día. 

No tuve días mejores y peores sino que tuve momentos del día mejores y peores. 

Lo peor para mí era cuando teníamos 2 horas seguidas de meditación sin recreo (que sucedía a la mañana y a la tarde), esas dos horas se me hacían imposibles. 

Por momentos me aburría, por momentos no sabía que más hacer para pasar el tiempo, por momentos lograba meditar re bien y concentrándome, por momentos me sentía iluminada, por momentos me sentía un fraude. Pasé por todo.

Pero estoy absolutamente orgullosa de mi misma, que lo hice, que lo terminé y que lo logré.

Fue un experimento bastante interesante, pasar 10 días en silencio conmigo misma. Y me gustó mucho. ¿Lo repetiría? No creo, por los motivos que te cuento acá abajo.

Lo que no me gustó del retiro de meditación Vipassana - Críticas

Hubo varias cosas con las que no estuve de acuerdo en el retiro de meditación Vipassana. Después del segundo día, empecé a ver los discursos de Goenka con actitud mas bien crítica y varias cosas me hicieron mucho ruido.

  • Dicen que no pertenecen a ninguna religión, sin embargo todo la técnica se basa en las enseñanzas de Buddha. Igual, todo bien con Buddha, me encanta el budismo, así que esto no me molestó. Pero me molestó que digan que no están asociados a ninguna religión.
  • Según Goenka, esta meditación es la ÚNICA forma de acceder al subconsciente. Cualquier otro tipo de meditación no sirve para acceder al subconsciente. Para mí siempre es una gran RED FLAG cuando alguien proclama que hay una única forma de hacer las cosas.
  • Según Goenka esta es la ÚNICA forma de erradicar la miseria de tu vida. Igual que en el punto anterior, ¿hay una única forma? Según él todos somos miserables. Esta es la manera de llegar a la iluminación y ser felices.
  • Además, no me cierra demasiado la idea de que al observar las sensaciones que sentís durante la meditación y manteniéndote ecuánime a ellas (sin reaccionar), es la forma de sacar la miseria de tu cuerpo y de tu vida, incluyendo la miseria acumulada que tenés. Nose.. me pareció medio un cuento para niños. Creo que nadie realmente puede librarse de la miseria a menos que seas Buddha claramente. Por que todos tenemos apegos, y no hablo de apegos materiales, sino apegos emocionales (familia sobre todo), y es absolutamente difícil mantenerse ecuánime si algo le pasa a tu familia, ¿no?. Además para mí, la vida se trata de eso, de sentir tus emociones al máximo, el amor, la pasión, la tristeza, etc. No de mantenerse como un robot ecuánime ante esto. Si no, ¿cuál es el sentido de todo si no vas a sentir nada?
  • No me gustaron los cánticos o mantras que canta Goenka al principio y al final de las meditaciones grupales. Me parece que eran innecesarios, además nadie sabe qué significan porque están en idioma pali. Hasta los encontré bastante perturbadores. Goenka no tiene una voz muy linda ni mucha entonación o afinación y cada vez que empezaba a cantar solo quería que termine rápido. Me transmitía una sensación extraña.
  • Los discursos me parecían medio lavadores de cerebro. Las cosas que Goenka decía no tenían mucho sentido para mí o me parecían absurdas. Muchas veces se sentía como una secta en mi opinión.
  • Al final de cada cántico, los estudiantes tenían que decir “Sadhu, Sadhu, Sadhu” a Goenka, haciendo una reverencia. 
  • La calidad de los audios y de los videos era terrible. Me sorprendió que al ser una organización tan grande, con miles de centros por todo el mundo, no puedan tener un buen editor de video y audio. 

En fin, esta es mi reseña del curso de meditación Vipassana que hice en el Centro Dhamma Kancana en Tailandia. Ojo esta es solo mi experiencia y mi punto de vista.

La verdad que estaba bastante sorprendida durante el curso al darme cuenta de todas estas cosas que te conté más arriba, porque de todas las personas que conocí que tomaron el curso Vipassana (y conocí muchas), NADIE me habló mal de él. Nadie le hizo ninguna crítica.

A todas las personas le pareció maravilloso, fantástico, les cambió la vida, y bla bla.

Incluso hay muy poca información en Internet con críticas a la técnica Vipassana y Goenka. 

Apenas volví me puse a buscar información porque no podía ser que yo era la única que había sentido todas estas contradicciones. Y sí, hay algunos hilos de reddit y algún que otro blog que habla sobre esto, pero en general toda la gente habla maravillas del retiro.

Yo pensaba…¿todos se están creyendo todo lo que dice Goenka como si fuera palabra sagrada? ¿Nadie se está cuestionando nada? ¿Nadie se da cuenta que todo esto hace ruido?

De todas maneras, agradezco profundamente que se organice este retiro a donación, organizado por voluntarios a los que no se le paga nada, y que quieran hacer un bien al mundo impartiendo esta técnica que te “libera de la miseria”. 

Ojo, no creo que la técnica sea mala, no estoy criticando la técnica de meditación en sí, sino todo lo que mencioné más arriba. Seguro que la técnica debe tener muchos beneficios si la practicas todos los días.

A mí no me cambió la vida el retiro en absoluto, pero aún así me gustó mucho haberlo hecho, me gustó estar 10 días sola con mi mente, desconectada y en silencio. Me pareció super enriquecedor y valioso poder darme el lujo de hacer eso. Y seguiré meditando pero más a mi manera.

Además, el retiro me conectó con personas que a su vez me conectaron con otras personas que sumaron mucho a mi vida.

¡Si tenés alguna pregunta o querés compartir tu experiencia, dejá tu comentario!

Flavia

¡Hola! Mi nombre es Flavia, hace 10 años que dejé mi país para trabajar y vivir en distintos lugares. Ahora trabajo remoto como freelancer y viajo por el mundo. Me encanta disfrutar la vida al máximo y quiero que vos también lo puedas hacer.

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